Hoy deseo hacerte una invitación muy especial. Te invito a que hagas un compromiso con la persona más importante de tu vida; ¡Tu!
Deseo que te comprometas contigo misma, comprométe te a respetarte, así como respetas a los demás. A ponerte primero antes de poner a los demás por encima de tus necesidades vitales. A amarte, porque si no te amas, como pretendes que los demás te amen. Recuerda que todo es un reflejo de lo que somos y para recibir amor primero debes SER amor. Dedícate tiempo, para hacer esas cosas que te aportan plenitud. ¿Y qué tal si te regalas algo? Una recompensa por todo lo que has sido capaz de superar, celébrate por el simple hecho de ser tu, sencilla y espléndidamente tu.
Haz este compromiso por escrito, con fecha y firma. Es como tu contrato con el universo de que vas a ponerle una atención muy particular a tu vida, a tu bienestar, donde escribirás cada una de las cosas que vas a cambiar en ti a partir de hoy. Pero no solo lo vas a escribir y dejarlo al olvido, no, lo primordial es que este compromiso que has firmado con el Universo, también lo leas en voz alta al menos 3 veces al día.
Al reconocer que soy la persona más importante en mi vida, podré tomar consciencia de ello y ser menos dura y exigente hacia mi persona. Muchas veces nos quejamos de cómo nos tratan los demás, pero quien peor nos trata somos nosotros mismos. Una vez que tomamos consciencia de ello, hacemos el esfuerzo de poco a poco, día a día, ir cambiando y aceptando más y más lo que somos. Para dirigirnos hacia lo que deseamos ser.
Sin importar mi estado de ánimo, prometo que voy a llevar a cabo este compromiso, porque si yo no lo cumplo, quien lo va cumplir por mí. Desde hoy dejo de lado la procrastinación y me concentro en mi bienestar, en otorgar al menos 30 minutos diarios para conectar conmigo misma, con mi esencia, mis pensamientos y mis deseos. Al hacerlo le demuestro al universo que si estoy dispuesta ha hacer lo necesario para seguir adelante conectando más y más con la fuente perfecta que habita en mí.
La constancia y disciplina con la cual hago esto es la llave para lograrlo. Será una experiencia agradable y enriquecedora. Una experiencia que me permitirá acercarme más a mi pero que también me ayudará con mi relación con los demás.
Agradeceré constantemente a la Divinidad por permitir esta conexión con mi Yo perfecto. Mi vida a partir de hoy es una vida llena de paz, armonía, bendiciones y felicidad. No permito que nada externo me desconecte de este propósito. Lo decretó, lo creo, suelto y confío. Dejó de lado cualquier expectativa que pueda yo tener. Doy permiso a la Divinidad de traer a mi vida todo lo necesario para mi evolución. Aceptando, tomando 100% responsabilidad y creyendo que todo obra para bien.
Jasmina Capellán