¿Cuándo fue la última vez que decidiste desnudar tu alma?
Cuando te desnudas, abre simplemente tu alma al Universo a la Divinidad, confiando en que sea lo que sea que haya en ti es necesario a tu evolución. Cuando desnudas tu alma también desnudas tus pensamientos y sentimientos y permites que la vida te sorprenda de forma muy agradable. Das espacio para soltar y dejar ir lo que ya no requieras para tu trascendencia. Haz de esto un ritual, por ejemplo cada último domingo del mes o cada primer lunes de mes. No importa la fecha que elijas, lo que importa es que lo hagas.
Pero, ¿cómo hago yo para desnudar mi alma? Puede ser mucho más sencillo de lo que imaginas.
Es simplemente acordarse un tiempo de tú a tú contigo misma. En un espacio donde no seas interrumpida. Conversarás contigo, dejando de lado los juicios y prejuicios, hablando con sinceridad, a calzón quitado como dicen en algunos países o en otras palabras sin pelos en la lengua. ¿Lo has hecho alguna vez? Te prometo, es liberador.
Luego harás la siguiente pregunta, es una pregunta abierta al Universo, no esperes respuesta solo repite la en voz alta, voz baja o mentalmente.
¿Que me estoy negando ser, que si lo fuera crearía mucho más en mi vida?
También vas a repetir tantas veces puedas durante el día las siguientes afirmaciones.
- “Yo merezco todo lo mejor”
- “Yo me permito creer en mis capacidades”
- “Wow que bien se siente ser yo”
- “Yo estoy consciente de mi grandeza”
- “Amo mi despertar, y lo que crea en mi vida”
- “Yo estoy lista para recibir toda la bendiciones del Universo”
- “Yo soy uno solo con el Universo”
- “Elijo ser consciente de lo increíble que soy”
- “Soy inmensamente feliz con lo que tengo hoy”
- “Reconozco que el poder absoluto está en mi”
Esto lo puedes hacer en el transcurso del día que hayas elegido. Aunque las afirmaciones las puedes hacer a diario por un tiempo indefinido… Cuando te conectes a cada una de esas afirmaciones pon atención a lo que sientes, cuales sentimientos surgen en ti. No para tratar de entender el porqué de su manifestación sino más bien para que puedas soltarlos. Porque el saber el porque no es lo que importa si no entender que surgen por un “¿para qué?” muy poderoso. Y que hacerte consciente de ello te permite liberarlo con mayor fluidez.
Al aprender a concientizar tus sentimientos te trae más paz, armonía y control emocional. Te liberas de las cargas energéticas que puedes llegar a sentir.
Desnuda tu alma, no para ver lo que estás haciendo mal, no desnuda tu alma para que te puedas dar cuenta de todas las bendiciones que tienes pero que no siempre estas consiente de ellas.
Al terminar este ejercicio, sonríe, da las gracias y prepárate para empezar a recibir mucho más. El poder de pasar de la vida que llevas a la vida que mereces por ley divina inicia aquí. Que estés aquí leyendo ya es en sí un regalo.
Se tu, libérate, sonríe, ama, suelta y confía.
Jasmina Capellán